26 mar 2011

Lo de todos los días



Desde hace tiempo mis días son un poco iguales gracias a mi espalda. Me levanto sobre las 9 (es curioso lo de madrugar para no hacer nada), desayuno un café y una tostada, me limpio los dientes y a estirar, unos 20 minutos de estiramientos para hacer mi día mas llevadero.
Ya consigo estirar el cuello y las lumbares a la vez, es un poema verme.

Estas cosas las enseña mi fisio, creo que nunca os he hablado de él.  Ayer me puso un montón de ventosas en la espalda, era como si te dieran pequeños pellizcos. Se supone que por rollos del riego sanguíneo en los puntos donde tienes contracturas se pone rojo tirando a morado. Así que ahora tengo 3 círculos perfectos y morados en la espalda.

Fue curioso la verdad, lo mejor fue cuando empezó a darme vueltas en la camilla apretándome y doblándome como si fuera un muñeco de trapo hasta que mi espalda crujió que parecía que se iba a romper.

Pero lo que importa es el resultado y que al final me deja mejor.

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