Por fin tengo cosas que hacer, se termino los días de
aburrimiento y no salir del cuarto.
Todos los días me levanto con tiempo de desayunar (no se empezar el día
sin mi café).
Voy camino del curro y llego al curro, me peleo un poco con
el Pc (vuelta al paseo).
Vuelvo a casita, la verdad es que lo de trabajar en un
polígono tiene sus ventajas (hay aparcamiento siempre) y sus inconvenientes (allí
tienen sus propias reglas a la hora de conducir).
Como es normal llego hambriento y me pongo hasta el cu…, sin
darme cuenta de que después toca la piscina y la comida vuelve a subir hasta mi
garganta y se queda allí toda la tarde (una gracia).
Lo que queda del día lo paso dibujando y durmiendo, no
necesariamente en ese orden.
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